Los retos que debe sortear el Tren Maya en un Campeche dividido

En la ciudad de San Francisco de Campeche se planea la construcción de una estación ferroviaria del Tren Maya, aunque promete facilitar la conexión entre Campeche y Yucatán, representa serios retos al interior de la urbe.

Esquema de la conformación urbana en Campeche. Imagen: Cortesía.

En la ciudad de San Francisco de Campeche se planea la construcción de una estación ferroviaria para el paso del Tren Maya, de vocación principalmente turística, y que promete facilitar la conexión entre Campeche y Yucatán, pero con todas las ventajas que puede eso tener, representa serios retos al interior de la urbe, además de evidenciar los ya existentes.

La vía férrea existente que se rehabilitará cruza la ciudad. Antes, esa vía era utilizada parcialmente para el transporte de mercancías, pero no ha estado en funcionamiento desde hace mucho tiempo, razón por la que, actualmente hay  un gran número de asentamientos de viviendas irregulares sobre el derecho de vía.

En cuanto a la estación, ésta se localiza en área urbana, y su reconstrucción está prevista  en terrenos que forman parte del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, a un costado de la antigua estación de Campeche y cercana a zonas habitacionales, equipamientos, servicios y al aeropuerto.

Esa cercanía representa un gran potencial para mejorar la captación del mercado de inversión turística e industrial, pues está rodeada de los corredores económicos más importantes de la ciudad.

La vocación turística de la estación es producto de  los sitios de gran interés que posee Campeche en aspectos naturales, culturales e históricos; es la única ciudad patrimonial amurallada caribeña en México, está rodeada de zonas arqueológicas mayas, áreas naturales e, incluso, reservas ecológicas.

Pero ni la ciudad y ni el área que circunda a la estación cuentan con un desarrollo inmobiliario consolidado, faltan proyectos de vivienda (predomina la autoconstrucción), oficinas y comercios.

Si bien la entidad cuenta con el PIB más alto de la Península de Yucatán, producto de su actividad petrolera, esa riqueza se concentra principalmente en Ciudad del Carmen. La ciudad de San Francisco Campeche no tiene gran impacto económico, su vocación principal son los servicios gubernamentales.

Sin embargo, es un importante polo cultural; tiene una importante oferta educativa, cultural y de salud, por lo que es considerada una de las tres ciudades más competitivas, de acuerdo con el rango de población que va de 500 a 250 mil habitantes, del Indice de productividad.

Por ahora, la vía del tren es una barrera física que evidencia la división de la ciudad, de ahí el reto de que el confinamiento del tren, la rehabilitación de las vías y la cancelación de cruces vehiculares por dicho confinamiento, no exacerben las diferencias entre los dos Campeches:  Del lado poniente, donde se localiza el centro histórico, el protagonista de la concentración de comercios y servicios, oferta cultural y empleo; y del oriente, el marginal, donde se concentra el mayor número de viviendas sin un plan urbano.

Tampoco hay que perder de vista que la movilidad está altamente condicionada a la dinámica urbana y la estructura vial. Pese a ser una ciudad pequeña, el uso de automóvil es el medio más utilizado, lo que satura el sistema vial.

Sin una planeación en ese sentido, la generación de nuevos viajes, producto del nuevo polo de desarrollo urbano, podría contribuir a la saturación del sistema por el aumento de los flujos vehiculares.

En términos de infraestructura urbana,  un porcentaje importante de la población carece de una red de drenaje, lo que trae consigo graves problemas ambientales ante el vertimiento de aguas negras directo al mar, sin pasar por una planta de tratamiento de agua o a fosas sépticas.  Esto propicia la contaminación del manto freático; el agua residual termina trasminándose por el tipo de suelo de la región.

En cuanto a la distribución de agua potable, se  cuenta con cobertura parcial  se realiza por tandeo; el resto de la ciudad se alimenta por medio de pozos de agua extraída, sin conexiones con el sistema general y con altos costos energéticos por bombeo. Los retos de la propia ciudad en este tema van más allá del paso del tren.

Hasta aquí, para empezar.

Hipoteca, ¿individual o compartida?

Un financiamiento compartido puede ayudarte a adquirir un inmueble de mayor valor y disminuir el pago mensual. Conoce sus características.

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Las instituciones financieras están ofreciendo tasas de interés muy competitivas y de plazo fijo, ideales para adquirir inmuebles. Photo by Khwanchai Phanthong on Pexels.com

Si estás pensando en contratar un crédito hipotecario, optar por un financiamiento compartido podría ser el medio para adquirir un inmueble de mayor valor y compartir la responsabilidad económica.

“Un crédito hipotecario compartido podría permitirte empezar a construir un patrimonio antes de lo planeado, aprovechando la diversidad de opciones que en el 2021 ofrecen las entidades financieras, especialmente con tasas muy competitivas, inclusive menores que las de años anteriores, y fijas a lo largo de la vida del crédito”, comenta José Ángel Borbolla, director general de Cibergestión. 

Los financiamientos compartidos se dan de dos maneras: mediante créditos conyugales, para los cuales se requiere forzosamente estar legalmente casados y contar con un acta de matrimonio, y los mancomunados, que pueden ser entre una pareja, sin estar necesariamente casados, o entre familiares.

Así, en ambos casos, se comparten las obligaciones y los beneficios del crédito, de tal forma que:

  • Para estipular el monto, se toman en cuenta los ingresos de ambos solicitantes.
  • Los requisitos son prácticamente los mismos que los que se piden para un crédito individual, solo que los dos deberán entregar la documentación requerida por la institución que otorga el crédito.
  • Ambos deberán tener un buen historial crediticio, ya que si alguno tuviera alguna mala experiencia, esto repercutirá en el trámite.
  • Aunque ambos firman el contrato, el que aporte mayor ingreso será el que se reconozca como acreditado y el otro será el obligado solidario.
  • El acreditado es el responsable del pago del crédito, sin embargo, el obligado solidario debe responder ante cualquier incumplimiento del acreditado.
  • Ambos son propietarios del inmueble en la misma proporción.

Es importante mencionar que tanto los créditos mancomunados, como los conyugales, son otorgados por bancos y por entidades como el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y el Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste), que permiten cofinanciar préstamos con los recursos de la subcuenta de vivienda.

Sin embargo,  no todas las instituciones permiten tramitar un crédito hipotecario mancomunado a parejas que viven en concubinato o entre familiares, por lo que en estos casos, para garantizar el patrimonio de ambos, se recomienda la firma de un contrato que reconozca la aportación de ambas personas al pago de la hipoteca, así como de otros gastos relacionados con el hogar y que establezca una división de la propiedad de acuerdo a los porcentajes acordados por ambas partes.

Cabe destacar que en caso de divorcio, si la hipoteca es conjunta y ambas partes están pagando, se puede seguir con este esquema hasta el término del crédito. En tal caso, sería conveniente establecer legalmente a nombre de quién se quedará el bien y si una de las dos partes comprará a la otra.

Empleo y producción, metas de la Canadevi en 2021

La industria de la vivienda genera 2.5 millones de empleos y contribuye con el 6% del PIB nacional; en 2020 el sector registró una caída de 20%.

El inventario de vivienda nueva se encuentra en su punto más bajo desde 2012. Foto: Edgar Malagón

Gonzalo Méndez Dávalos fue reelegido como presidente nacional de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) para el periodo 2021 – 2022.

La prioridad para este nuevo periodo al frente de la organización que agrupa al 80% de los empresarios de vivienda del país, será el impulso al empleo y la recuperación económica del país desde este sector.

“Nos hemos trazado objetivos específicos para colaborar con las instituciones con el objetivo de salir  adelante, juntos hacia la recuperación económica y laboral de nuestro sector y de nuestro país. Tenemos preocupaciones, como todos, pero también tenemos la motivación para construir la vivienda que México necesita”, comentó Méndez Dávalos en el marco de la Asamblea General Ordinaria-Extraordinaria de la Canadevi.

La industria de la vivienda genera más de 2.5 millones de empleos y contribuye con el 6% del Producto Interno Bruto (PIB) del país; además del impacto en el bienestar de los ciudadanos que buscan satisfacer su necesidad habitacional con una vivienda nueva adecuada.

En 2020 la producción de vivienda social disminuyó entre 15 y 21%; en los segmentos residencial y residencial plus la caída fue de 50% y en la vivienda vacacional entre 70 y 80%, según cifras de la Canadevi.

“El impacto del covid-19 en la industria de la vivienda ha sido una preocupación compartida por los sectores público y privado, al ser el gran generador de empleos y bienestar social de México, así como el sector que edifica el lugar donde es posible protegernos de éste y cualquier otro virus, ya sea desde el punto de vista de higiene o distanciamiento social”, comentó el presidente nacional de la Cámara.

Vivienda económica, motor de ventas para el sector: BIM

El Banco Inmobiliario Mexicano recomienda a los desarrolladores apostar por la construcción de vivienda económica para reactivar la industria.

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La vivienda media, residencial y residencial plus, los preferidos por los inversionistas, son los que experimentan una menor velocidad de venta. Photo by Engin Akyurt on Pexels.com

La vivienda económica es el producto inmobiliario con mejor desplazamiento en el país. Por ello, el Banco Inmobiliario Mexicano (BIM) recomienda a los desarrolladores apostar por este segmento.

“Toda la vivienda de 500,000 a menos de 1 millón de pesos se vende muy bien. La vivienda entre 1 y 2 millones de pesos se vende como se vendía antes y la de 2 millones para arriba sí tiene problemas para venderse”, explica Víctor Manuel Requejo, fundador y presidente del Consejo de Administración de Banco Inmobiliario Mexicano (BIM).

“Si usted antes vendía 20 viviendas en un mes, ahora venden 15 o 12, entonces nada de que no hay o no se vende la vivienda, se vende más lentamente la que está arriba de 2 millones de pesos, las otras se venden bien. Ahora las de 8, 10, 15, 20 millones de pesos, esas sí tienen dificultades, pero esa no es la vivienda normal en México”, añade el especialista.

El Registro Único de Vivienda (RUV) cerró 2020 con un total de 183, 047 viviendas en el país, de las cuales 46.36% tiene una superficie construida menor a 60 m2, la mayoría de ellas con dos o más recámaras.

Mientras que este 2021 inicia con 16,168 de viviendas producidas en la República Mexicana, de las cuales 37.02% corresponde a vivienda tradicional, 28.80% a popular 200 y el 17.05% de popular 158, 12.18% vivienda media y en últimos lugares, con menor porcentaje la económica, popular 128, residencial y residencial plus.

*Residencial: 0.22% / Residencial plus: 0.05%
Fuente: Registro Único de Vivienda

Nuevo León encabeza la producción de vivienda con 23.16% de las unidades inscritas en el RUV; mientras que la Ciudad de México se ubica en la posición 20 de 32, con apenas 1.14% de las viviendas en construcción.

Para seguir impulsando que los desarrolladores no detengan la construcción de vivienda, Requejo señala:existe la costumbre de hacer vivienda media y ahora la vivienda media, arriba de 2 millones, tiene problemas, debe ser vivienda más barata, sólo que los márgenes de utilidad son más pequeños, entonces hay que compensar eso con volumen”.

Acerca de las expectativas para el sector este 2021, el especialista detalla que el primer trimestre del año será difícil, pero confía en que la producción de vivienda crezca cuando menos 10%.

Por su parte, el BIM espera colocar entre 15 y 20% más del saldo al 31 de diciembre, “los constructores todavía no se animan mucho a edificar, no sé por qué, porque dinero hay, hay buenas tasas de interés, en fin, pero la gente tiene recursos y yo creo que los invertirá y yo creo que debemos de crecer entre un 15 y 20% en la recepción de dinero”, pronostica Requejo.

Por su parte, datos de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), indican que para este 2021 estiman un panorama favorable para el sector con un crecimiento en la inversión en infraestructura de hasta 5%, equivalente a 445,000 millones de pesos (mdp).

Invisibles o ciegos

El censo 2020 nos ofrece la posibilidad de afinar la puntería en políticas públicas o, de plano, confrontar preconcepciones.

Por Moisés López Cantú

Qué bonito es lo bonito, dice una expresión popular. Qué bonitos son los números digo yo, tan bonitos que hasta hay número áureo y números imaginarios. Desafortunadamente, a pesar de su belleza y poder, a veces no sirven para nada.

A veces los números son invisibles o quienes los ven son, somos, ciegos.

El censo de 2020 nos ofrece algunos ejemplos: el número de viviendas deshabitadas, el número de personas con algún tipo de discapacidad y el número de viviendas en donde hay, cuando menos, una bicicleta que se usa como medio de transporte.

Según el censo, ya somos 5.78 millones de habitantes en Nuevo León, hay más de 2 millones de viviendas y 382,005 están deshabitadas, 18.7% del total. De qué nos sirve conocer el dato; hasta hoy de nada, no tenemos una política pública orientada al aprovechamiento de ese activo. Si se asume un valor bajo, digamos de $500,000 pesos, el valor total del activo sería casi dos veces el presupuesto de todo el estado o, si se quiere, lo suficiente para vacunar tres veces, contra el Covid, todo México.

En Nuevo León, 806,079 personas tienen algún tipo de discapacidad con limitación en la actividad cotidiana (14%) y un 5.6% tiene limitaciones para caminar, subir, bajar o ver, aun utilizando lentes. La pregunta obligada ¿Podríamos aspirar a que, cuando menos, el 6% de los presupuestos públicos se destina para remediar o mitigar los efectos de estas discapacidades o limitaciones en el espacio público y servicios para la movilidad?

Dicen que en Nuevo León no hay ciclistas, que porque hace mucho calor, y que por eso no se debe invertir en ciclovías. El Plan Integral de Movilidad Urbana Sustentable (PIMUS) del Área Metropolitana de Monterrey (AMM) dice que –a pesar del calor– el 19% de los viajes se hacen caminando y que el 0.8% en bicicleta, eso es más o menos 90,400 viajes diarios. 

Pero el censo 2020 dice que en Nuevo León el 42% de las viviendas ocupadas no disponen de ningún vehículo motorizado (viviendas en cochelandia, pero sin coche) y que hay 190,686 viviendas que tienen, cuando menos, una bicicleta que se usa como medio de transporte. Si nos atenemos al promedio de viajes por habitante (2.2 según el PIMUS) en Nuevo León se harían, cuando menos, 419,509 viajes en bicicleta todos los días. 

¿Son los ciclistas invisibles o el resto de nosotros ciegos? ¿Qué tantos son 419,509 viajes diarios en bicicleta? Bueno, son muchos más de los que se mueven en el Metro de Monterrey, y como tres veces el número de personas que pasan por la joya de la corona de la infraestructura para los autos en Monterrey (Gonzalitos) en un día típico.

Por eso digo, qué bonitos son los números y que inútiles pueden llegar a ser.

Lea la columna completa en El Horizonte.

Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva de su autor y no necesariamente reflejan los puntos de vistas de HabitarMX.

Claves para reactivar el mercado inmobiliario

Para revertir el desplome de las ventas de vivienda nueva, la industria apuesta por el e-commerce y bajas tasas de interés.

vivienda nueva en venta
En 2020, la venta de vivienda nueva disminuyó 21% en la CDMX. Foto: Édgar Malagón

Tras un año que literalmente de la noche a la mañana cambió la forma de operar de las desarrolladoras inmobiliarias, este 2021 la apuesta para la reactivación de la industria por medio de la colocación de préstamos hipotecarios.

Al cierre de 2020, el Banco de México ubicó la tasa de interés referencial en 4.25%, un mínimo histórico; y de acuerdo con Leonardo González, analista de Real Estate del portal inmobiliario Propiedades.com, para este 2021 “se podría esperar que la tasa hipotecaria sea más baja que la observada al cierre del año pasado”.

Si bien el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) se mantendrá como el principal colocador de préstamos hipotecarios, en la banca comercial se vive un periodo de alta competitividad, afirma el especialista.

De la misma manera que otras industrias han potenciado su canal de e-commerce para mantener su nivel de ventas, la industria inmobiliaria ha tenido que incursionar en esta modalidad de comercialización.

Este proceso se ve favorecido porque hoy los prospectos están mejor informados sobre sus necesidades habitacionales y el mercado inmobiliario.

 “(Para 2021) se esperaría una profundización en los modelos de ventas online, así como en el uso de nuevas tecnologías. Tales como realidad aumentada, realidad virtual o demos para ventas con Internet of Things”, pronostica González.

Además, en cuanto a las ventas, “según Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), la demanda efectiva esperada es de 856,000 unidades de vivienda. El entorno esperado en 2021 creará nuevas plazas inmobiliarias, debido a la gestión de nuevos Central Business Districts (CBD). Con ello se impulsará la nueva oferta comercial en diversas zonas de la ciudad”, declara el experto.

Arquitectura poscovid-19

El covid-19 ha subrayado la importancia de la salud en las ciudades, viviendas y oficinas.

Las oficinas se están rediseñando para permitir la sana distancia entre colaboradores.
Foto: Cortesía George & Willy / https://www.georgeandwilly.com/

Con 55% de la población mundial viviendo en urbes, según ONU Hábitat, y con estas como epicentros de la pandemia de covid-19, la arquitectura y el urbanismo se encuentran en una encrucijada.

El covid-19 ha demostrado la importancia de la salud humana en los entornos urbanos, las viviendas y las oficinas. Así, el confinamiento recurrente nos obliga a replantear las premisas sobre las que construimos los espacios. Por ejemplo, con un gran número de personas alrededor del mundo realizando home office, las viviendas y las oficinas se convertirán en espacios flexibles, más seguros y cómodos, pero sobre todo saludables.

Entre los cambios más inmediatos veremos un auge de materiales fáciles de limpiar y con propiedades antisépticas; también se priorizará la implementación de sistemas controlados por voz o reconocimiento facial para evitar el contacto con las superficies.

En el sector residencial, probablemente, veamos el regreso de los recibidores, que servirán como estaciones de desinfección y para el guardado de zapatos; o simplemente para atender visitas cortas; así como la incorporación de espacios para el trabajo y la escuela. También se privilegiarán los espacios abiertos como terrazas, balcones y roof gardens debido a la necesidad de los seres humanos de conectar de manera emocional con el exterior.

Estas tendencias, sin duda, representarán un desafío para las empresas inmobiliarias, que tendrán que optimizar el suelo escaso sin impactar considerablemente los precios para no afectar las ventas.

Asimismo, es probable que plazas de propiedad vacacional comiencen a experimentar un incremento en la demanda ante un interés de los consumidores por viviendas con mayores espacios, precios más competitivos y localidades con atractivos como bosques o playas.

En el caso de las oficinas, el paradigma también cambió. En el corto plazo, se pasó de privilegiar los espacios abiertos y las áreas comunes para la interacción entre los colaboradores a reconfigurar el diseño para garantizar la sana distancia y la mayoría de ellas estarán funcionando en un esquema híbrido.

Sin embargo, a largo plazo los desafíos son mayores. Por ejemplo, durante décadas los edificios se han diseñado con un sello de aire hermético para maximizar la eficiencia energética; sin embargo, ahora se requieren opciones que permitan incorporar la ventilación natural sin que ello implique un incremento en el consumo energético.

En el ámbito urbano también se requerirán nuevas políticas públicas orientadas al desarrollo de ciudades más limpias y más caminables.

Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva de su autor y no necesariamente reflejan los puntos de vistas de HabitarMX.

México necesitará 15.7 millones de viviendas

El Censo de Población y Vivienda 2020 reveló que el 50% de la población tiene menos de 29 años, edad a la que los jóvenes buscan independizarse.

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El país enfrenta el desafío de dotar de vivienda adecuada a los jóvenes, al tiempo de atender el rezago habitacional existente. Photo by Maria Orlova on Pexels.com

La demanda potencial de vivienda en el país ascendería a 15.7 millones de viviendas para satisfacer la demanda de los 63 millones de mexicanos que hoy tienen 29 años o menos de edad y en las próximas décadas requerirán un espacio habitacional propio.

De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del Inegi, los mexicanos entre 0 y 29 años representan al 50% de la población. Además, un estudio del portal inmobiliario Dada Room, mostró en 2018 que en México los jóvenes desean independizarse entre los 21 y 26 años, pero lo concretan hasta pasados los 28 años.

Fuente: Inegi

Actualmente, en el país existen 35.2 millones de viviendas habitadas en el país con un promedio de ocupación de 3.6 personas por unidad habitacional, según los resultados del último censo.

Respecto de las condiciones de las viviendas, el conteo poblacional reveló que 99% cuenta con energía eléctrica, 98% con sanitario; 96.2% con pisos de materiales durables; 95.4% con drenaje y 77.5% con agua entubada.

Fuente: Elaboración propia con información del Inegi.

Por su parte, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) reconoció en diciembre de 2020 que 9.4 millones de viviendas presentan algún tipo de rezago habitacional. El 79% de ellas está edificada con materiales precarios; 2% carece de drenaje y 20% presenta condiciones de hacinamiento.

Urbes líderes de la plusvalía

Los inmuebles en Isla Mujeres, CDMX, Chapala, Apodaca y Cuautla incrementaron su valor más de 100% en un año.

Amenidades, conectividad y cercanía con los centros de trabajo son algunos de los aspectos que inciden en la plusvalía de una propiedad. Foto: Cortesía Propiedades.com

Uno de los principales atractivos de la inversión inmobiliaria es la rentabilidad que se puede obtener a través de la plusvalía, que maximiza la inversión en un plazo determinado.

Según Leonardo González, analista Real Estate de Propiedades.com, una alta plusvalía se ve reflejada en mayores rendimientos a largo plazo. “Al consultar el comportamiento de este indicador, se abren ventanas de oportunidad para realizar la compra correcta”, comenta.

Para determinar cuáles fueros las ciudades con mayor plusvalía, el portal inmobiliario Propiedades.com comparó el precio por metro cuadrado de casas y departamentos registrados en su sitio de 2019 a 2020. Así, las cinco ciudades de México con más plusvalía en 2020 son:

  • Isla Mujeres, Quintana Roo
  • CDMX (Coyoacán, Cuauhtémoc e Iztacalco)
  • Chapala, Jalisco
  • Apodaca, Nuevo León
  • Cuautla, Morelos

Además de considerar la plusvalía, el especialista sugiere revisar aspectos como la calidad habitacional, la conectividad, la cercanía a los centros de empleo y la vocación productiva del estado.

Sobre la tendencia para este año, González apunta que las ciudades con más plusvalía deberán adoptar nuevos modelos de edificación, basados en mejores y nuevas amenidades.

Máxima rentabilidad

El valor de las propiedades en estas ciudades aumentó más de 100% entre 2019 y 2020.

El año pasado, Isla Mujeres, Quintana Roo registró una plusvalía de 205.69%. Según la sección Valores de Propiedades.com, vivir aquí tiene un costo aproximado de 9.6 millones de pesos si compras un departamento.

En la CDMX, las alcaldías que registraron una plusvalía elevada son:

AlcaldíaPlusvalía
Coyoacán159.82%
Cuauhtémoc143.41%
Iztacalco120.69%
Fuente: Propiedades.com

Una casa en venta en la alcaldía Coyoacán tiene un costo aproximado de 13.4 millones de pesos (mdp); mientras que en Cuauhtémoc e Iztacalco, un departamento en venta tiene un  precio cercano a los 3.1 mdp y 1.3 mdp, respectivamente.

La plusvalía de Chapala, Jalisco fue de 140.13%. Aquí, una casa en venta se aproxima a los 4.2 mdp.

En Apodaca, Nuevo León este valor fue de 137.71%. En esta ciudad, una casa en venta tiene un precio medio de 846,406 pesos.

En Cuautla, Morelos la plusvalía se ubicó en 136.40%. Vivir aquí tiene un costo aproximado de 1.4 mdp si se adquiere una casa.

8 efectos de la pandemia en el sector inmobiliario

Pese al fuerte impacto inicial en la comercialización y construcción de oficinas y viviendas, el sector comienza a adaptarse.

Los edificios corporativos han sido uno de los segmentos inmobiliarios más afectados por la pandemia de covid-19.
El sector de oficinas ha sido de uno de los más afectados por la pandemia de covid-19 a nivel global. Foto: Anasella Acosta

La pandemia provocada por el COVID-19 ha cambiado la forma en la que vivimos, en la que trabajamos y hacemos negocios. Sin embargo, todos nos preguntamos, ¿qué tanto la cambiará en el largo plazo?, ¿serán estos cambios duraderos una vez que superemos la emergencia sanitaria?

De acuerdo con la consultora inmobiliaria y de valuación Tinsa México, son 8 los efectos de la contingencia sanitaria en el mercado inmobiliario:

  1. Se detuvo la escalada de valores que había en la Ciudad de México en la que los valores crecían a tasas del 8% anual, es decir, se han mantenido los valores del 2019.
  2. No ha habido bajas en los valores, esto significa que no existía en la CDMX una burbuja inmobiliaria, como se había especulado.
  3. Con la recuperación, que en el sector inmobiliario ya ha iniciado, podemos esperar una tendencia alcista en los valores en el mediano plazo, siempre y cuando la caída en el empleo no sea mayor de la que hay en este momento.
  4. La pandemia generó una mayor presión a la banca en términos de competencia para no perder los ritmos de colocación de los créditos hipotecarios, en consecuencia, están ofreciendo actualmente las tasas más bajas que habíamos visto en varios años, desde 7.5%.
  5. Las oficinas no desaparecerán, como muchos vaticinan, seguramente, si bien tendremos más esquemas de flexibilidad en la presencia dentro de la oficina, dudamos que éstas tiendan a eliminarse, seguramente lo que vemos ahora impulsado por el COVID-19 y los grandes ahorros que están teniendo los corporativos, será puesto en perspectiva y matizado contra otros temas como la planeación estratégica y el trabajo colectivo.
  6. Sin embargo, siguiendo estos esquemas más flexibles, podemos decir que el home office llegó para quedarse, por lo que en los próximos años veremos algunas modificaciones encaminadas a generar espacios más confortables para que la gente pueda trabajar en casa, sin necesidad de contar con una mayor superficie, ya que la tendencia hacia una mayor densidad urbana no cambiará  en las grandes ciudades por la escasez de suelo y la necesidad de mantenerse cerca de las fuentes de trabajo.
  7. Asimismo, en la parte de infraestructura, algo que se había dejado reservado para oficinas, tendrá que haber una mayor preocupación por brindar una conexión de fibra óptica o internet de alta velocidad en la vivienda, esas conexiones se ofrecerán como “llave en mano” para que la conexión sea sencilla y cubra todas las áreas de la casa o departamento.
  8. En cuanto al éxodo de las grandes ciudades, una tendencia que puede verse en urbes como Nueva York o Madrid, hemos visto una salida temporal a localidades cercanas, es decir, las personas que tienen casas de fin de semana han pasado largos periodos en ellas; sin embargo, no podemos identificar una tendencia clara a largo plazo hasta que no se definan las condiciones de trabajo post-pandemia.

“Si bien hay una crisis en el sector inmobiliario, no fue tan dura como la esperábamos; hay una recuperación en el desarrollo de vivienda y en la colocación de créditos hipotecarios con la que podemos esperar que se sigan dando compraventas, lo que ha transmitido cierta tranquilidad. Esperemos que se mantenga controlada la pandemia en los próximos meses y con ello, la recuperación que hemos iniciado se mantenga”, señaló Jesús Ramón Orozco de la Fuente, Director General de Tinsa México.