La app Rommi es una plataforma para rentar y encontrar roomies. El uso de estas opciones crece por la crisis económica que trajo la pandemia.
Durante la pandemia muchos jóvenes que comenzaban su vida independiente se vieron forzados a regresar a la casa de sus padres, o debieron darse a la tarea de buscar roomies para compartir gastos, y hacer sostenible su independencia.
Esa tendencia se ha mantenido en lo que va de 2021, y dada la crisis económica global —considerada equiparable a la de una guerra, de acuerdo con el Banco Mundial—, se prevé que seguirá en boga por un buen tiempo.
Por esa razón es que las plataformas especializadas en rentar vivienda y encontrar roomies se han vuelto más populares.
La aplicación de Roomi —antes Dada Room— señala que las búsquedas en su plataforma han aumentado 50 por ciento en los últimos meses.
De acuerdo con ese servicio, además de las situación económica que viven las personas, el tema de la seguridad es otra de las razones más importantes por las que se recurre a este tipo de aplicaciones.
Evidentemente estas alternativas suelen ser más populares entre las nuevas generaciones: milleniales o zentennials, quienes además de considerarse generaciones hiper digitalizadas, suelen ser más flexibles en términos de convivencia con otras personas.
Mediante este tipo de opciones, es posible hacer visitas virtuales para ver las diferentes alternativas que tienen a su alcance y elegir su hogar desde la comodidad, pero ahora también con sana distancia. Además, es posible revisar el perfil de quien podría convertirse en su nuevo roomie.
De acuerdo con esa plataforma, 89% de los millennials que ha encuestado consideran indispensable contar con internet en el espacio donde habitan, lo que es entendible, pues el 70% hace home office y lo seguirá haciendo en lo que resta del año.
Un dato relevante es que 71 % cuenta con un puesto de trabajo estable, 25% es freelance o está emprendiendo.
Las colonias preferidas de los millennials son la Roma o Condesa y, en segundo lugar, las zonas aledañas al corredor de Reforma o el centro de la Ciudad de México, donde los costos de renta son más accesibles.
La app de Roomie está disponible para iOS o Android en versión we y móvil.
El Banco Mundial recomienda invertir en infraestructura que mejore la habitabilidad de los barrios pobres en las ciudades con alta densidad, a fin de disminuir los contagios.
La pandemia ha puesto bajo la lupa las disparidades sociales y espaciales dentro de las ciudades como nunca antes, subrayaron los investigadores Somik Lall y Sameh Wahba, en un análisis publicado por el Banco Mundial.
Los vecindarios que carecen de estructuras físicas y servicios que mejoren la habitabilidad aumentan los riesgos de contagios, así lo definieron los analistas.
Los barrios donde los residentes no tienen otra opción que salir todos los días a buscar trabajo o servicios, evidentemente elevan las posibilidades de contagio, por lo que los investigadores determinaron que la “geografía económica, no la geografía física, determina el riesgo de contagio”.
Las ciudades con una alta densidad generalmente propician la creación de vecindarios de este tipo. La ciudad que los analistas tomaron como bandera de esta situación en 2020 fue Nueva York, donde el COVID-19 ha ocasionado numerosos contagios y muertes.
El análisis menciona el vecindario de Jackson Heights, “un animado y concurrido barrio de inmigrantes”, que recuerda a Nueva Delhi, y que es uno de los vecindarios más afectado por el virus. Mientras que en Chelsea , una de las zonas “más acomodada”, el número de casos es mucho menor.
En Chelsea, cita el documento, “el centro económico de la ciudad, la tierra tiene un valor más elevado y gracias a las eficientes reglamentaciones de planificación y desarrollo urbanístico, los urbanizadores tienen incentivos para construir estructuras altas y crear una gran cantidad de superficie útil”.
En contraste, en los vecindarios con bajos ingresos, “los urbanizadores no tienen incentivos para agregar superficie útil o exigir mejoras adicionales de la infraestructura”, de tal suerte que los habitantes de estos lugares viven en espacios más reducidos con familias multigeneracionales y con actividades que requieren interactuar con otras personas.
Los investigadores destacan que “las diferencias considerables en la geografía económica se han relacionado con los casos de COVID-19 en todo el mundo”, y llaman la atención de la carencia de infraestructura en las urbes en desarrollo.
Citan como ejemplos a las ciudades de El Cairo, Mumbai, Manila y Nairobi y otras ciudades de África y Asia, donde un número importante de personas viven en barrios marginales y asentamientos informales, y donde las condiciones de vida son precarias y los servicios públicos inadecuados, “especialmente de abastecimiento de agua y saneamiento”.
A partir de ese análisis, los investigadores del Banco Mundial recomiendan a los urbanistas trabajar en los siguientes lineamientos en la etapa de recuperación de la pandemia:
Planificar, crear y proteger los espacios públicos.Es fundamental repensar la escala, el diseño y la distribución espacial de los lugares públicos, que incluyen las aceras, los parques, los lugares abiertos y los establecimientos públicos, como bibliotecas y centros comunitarios. Esta medida mejoraría el distanciamiento social y las actividades recreativas, a la vez que brindaría oportunidades para optimizar la respuesta y la recuperación ante la COVID-19
Modificar las reglamentaciones para crear una mayor superficie útil. Es preciso organizar las ciudades en zonas más pequeñas de densidades diferenciadas, basadas en la capacidad y la demanda de infraestructura, especialmente, el transporte.
Movilizar financiamiento para infraestructura urbana. Esto con el fin de fortalecer la capacidad de las comunidades y los gobiernos locales para mejorar las condiciones de vida en los barrios marginales e informales.
Garantizar los derechos de propiedad y sobre la tierra. Sin la tenencia segura de la propiedad, los habitantes pobres, ya sea de asentamientos ilegales o informales, tienen pocos incentivos para mejorar las condiciones de sus viviendas..
Propiciar los cielos azules. Las ciudades tienen una oportunidad única para preservar la calidad del aire mientras se recuperan sus economías, pues la pandemia sacó de circulación un número considerable de automotores.
La incertidumbre seguirá presente en el año que inicia y la desaceleración podría agudizarse, pero el organismo multilateral pinta un mejor panorama que en el 2020.
El ritmo de recuperación de las economías en el mundo es lento a pesar del inicio de la aplicación de la vacuna contra el Covid-19. Con todo, el Banco Mundial estima que la economía mexicana se recuperará con un 3.7 % del Producto Interno Bruto (PIB) este año, desde la caída de -9 % estimada en el 2020.
El organismo multilateral destaca que las economías que mas han sufrido, son aquellas con fuerte presencia del turismo y del sector servicios y que además han presentado severos contagios por covid-19.
También refiere que los riesgos de que la situación empeore incluyen “la posibilidad de un nuevo resurgimiento del virus, retrasos en la vacunación, efectos más graves en el producto potencial ocasionados por la pandemia y tensiones financieras”.
Crecimiento mundial con incertidumbre
A nivel. regional América Latina y el Caribe también tendrían un crecimiento del PIB de 3.7% en el 2021, respecto del -6.9% del año que terminó. Mientras las economías avanzadas mostrarían un avance de 3.3% , en comparación con el -5.4 del año previo.
El BM advierte que es probable que “en el curso de los próximos 10 años se agudice la desaceleración, largamente esperada, del crecimiento potencial”. A nivel global el organismo estimó que la economía crecerá 4 % en el presente año, desde el -4.3 %, pero dijo que “se mantendrá muy por debajo de las proyecciones previas a la pandemia”.
Alerta que “las prioridades inmediatas incluyen contener la propagación del virus, proporcionar alivio a las poblaciones vulnerables y superar los desafíos relacionados con el proceso de vacunación”.