Barranca Larga – Ventanilla, ¿la carretera imposible?

Tras más de una década en desarrollo, la carretera que unirá a la ciudad de Oaxaca con la costa por fin registra un avance de 64%.

El tramo entre Ventanilla y el kilómetro 178, a cargo de Grupo Vise, ya fue concluido. Foto: SCT.

La construcción del tramo carretero Barranca Larga – Ventanilla que reducirá en 60% el tiempo de traslado entre la capital oaxaqueña y la costa por fin entra en la recta final, después de su concesión inicial en 2009.

Al 20 de febrero, la vialidad tiene un avance de 64% y su inauguración está programada para marzo de 2022, explicó Sergio Sánchez Rivera, director de Operación Técnica y Seguimiento de Banobras en la visita técnica virtual a la obra organizada por el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM).

Los constructores

TramoKilómetroConstructoraAvanceInversión
(mdp)
I35 km
(km 100 a 135)
Grupo Coconal+50%
(julio 2021)
940
II19 km
(km 135 a 154)
Grupo Coconal10%
(marzo 2022)
873
III24 km
(km 154 a 178)
Mota-Engil15%
(marzo 2022)
893
IV26.3 km
(km 178 a 204.3)
Grupo Vise100%400
Fuente: Banobras.

Actualmente, el recorrido entre la ciudad de Oaxaca y Puerto Escondido es de 256 km y tarda 6:20 horas; mientras que con la nueva carretera se reducirá a 190.5 km en 2:45 horas. Ello beneficiará el acceso de las 11 comunidades aledañas a servicios de salud, educativos y comerciales; y creará un circuito turístico entre la capital estatal y las playas. 

El trazo de la carretera permitirá llegar de la ciudad de Oaxaca a Puerto Escondido en 2:45 horas. Foto: SCT.

Oaxaca, según estimaciones del Inegi, es la tercera entidad con el mayor tiempo promedio de traslado vial entre ciudades del mismo estado con poco más de 4 horas, esto es 100% más que el promedio nacional. “Estas cifras ejemplifican el difícil acceso e interconexión de los núcleos turísticos y advierten la escasa integración regional en términos de movilidad del turismo”, advierte el estudio Regionalización turística del estado de Oaxaca, de David Domínguez y Álvaro Sánchez.

Desafíos técnicos y sociales

Un terreno diverso y complejo, problemáticas sociales, la necesidad de modernizar el proyecto ejecutivo y trabajar sobre distintos grados de avance han sido los principales obstáculos para el desarrollo de la obra, coincidieron los concesionarios. 

Juan José Orozco, director general de Orva Ingeniería, explicó que “uno de los grandes retos para la construcción de esta autopista ha sido el tema social” por lo que se han realizado numerosas reuniones con las comunidades para gestionar sus solicitudes, que se complican debido a la diversidad de necesidades y la alta rotación de autoridades locales . 

“Los temas sociales van dificultando el tema de la liberación del derecho de vía, se mezclan estos conflictos de solicitudes con la negociación para las adquisiciones de los derecho de vía y eso es gran parte de lo que no nos ha permitido avanzar con más velocidad”, detalló Orozco. 

En el aspecto técnico, el túnel de Santa Martha es el mejor ejemplo de los desafíos que se han tenido que sortear. Si bien el túnel contaba con avances realizados por los primeros concesionarios, factores climáticos y sísmicos sumados a las características del suelo donde se ubica afectaron su estabilidad, y obligaron a su rediseño, señaló Héctor Alcaráz, coordinador de supervisión de Orva Ingeniería.

La obra

  • 104.3 kilómetros de longitud
  • 100,000 habitantes beneficiados
  • 4,500 vehículos diarios
  • 1,800 empleos directos y 3,500 indirectos
  • 10 puentes, 3 túneles, 2 viaductos y 2 plazas de cobro
  • 5,698 millones de pesos de inversión
  • 90 – 110 km/hr

Además, también ha sido necesario modernizar el diseño original tanto para cumplir con la normatividad actual como para mejorar el trazo. La licitación fue lanzada en 2008 y se concesionó un año después a la constructora Omega; en 2012, ICA adquirió la concesión, sin embargo tras declararse insolvente en 2015, el proyecto fue recuperado por el Fondo Nacional de Infraestructura de Banobras.

Se mantendrá desocupación en centros comerciales

La pandemia, el e-commerce y los nuevos hábitos mantendrán la desocupación en centros comerciales en 2021

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El sector inmobiliario, en su mayoría, enfrenta tasas de desocupación considerables a causa de las restricciones que trajo la pandemia.  Los centros comerciales no han sido excepción. En 2020, la tasa de desocupación se situó en 10%, 5 puntos porcentuales arriba del promedio que mantuvo durante los tres años anteriores, según los datos de Colliers International.

Un ejemplo simbólico de lo que sucedió el año pasado es el de Best Buy, que anunció su salida del mercado mexicano. La minorista, que contaba con 49 sucursales en el país, ya había cerrado ocho de ellas en noviembre, y el plan es continuar con los cierres este 2021, dejando activo sólo su sitio web.

La razón dada por Fernando Silva, presidente de Best Buy México fue que “los efectos de la pandemia han sido muy profundos y no nos es viable mantener nuestro negocio en México”.

Según las estimaciones de la consultora Bimsa Reports, las 49 sucursales de Best Buy ocupaban más de 1,500 metros cuadrados por plaza comercial, es decir que en promedio la minorista de electrónicos alquilaba más de 73,500 m2.

La estimación es que el gasto global de la industria minorista cayó 3% en 2020, lo que significa una reducción de 549,000 millones de dólares, de acuerdo con Colliers.

Pero no sólo los centros comerciales se vieron afectados por las restricciones que han implicado cierres temporales,  también las tiendas a pie de calle  y corredores comerciales enfrentan cierres. Colliers observa que en Masaryk se registró el cierre de 32 comercios.

Uno de los sectores más afectados fue el restaurantero. De acuerdo con el análisis de la firma inmobiliaria, este sector “se vio obligado a cerrar definitivamente alrededor del 15% de sus más de 600,000 unidades dentro del país”, detalla en su Overview del segundo semestre de 2020. Aquí un caso emblemático fue la clausura del restaurante Sir Winston Churchill’s.

En cuanto a precios, estos se redujeron 20% y se ubicaron en un rango que va de 200 a 1,000 pesos por metro cuadrado, dependiendo del formato del centro comercial. Los llamados Fashion Mall se ubican como los más costosos.

La expansión del comercio electrónico ha sido otro de los factores que incentivaron cierres de algunos negocios, y que se estima seguirá la misma ruta en detrimento de la ocupación física este año.

Lo que viene

Las tiendas de autoservicio mostraron una tendencia a la alza en ventas online. Walmart cerró el año con 73% del total de ventas a través de internet, seguido por La Comer y Chedraui con 10% cada uno. La estimación de Barclays es que 50.7% de los mexicanos han comprado en línea y se estima que esa cifra aumente a 69.7 para 2023, cita Colliers.

El cambio de hábitos de consumo también ha incidido en la desocupación de las plazas comerciales, pues ahora se da prioridad a la cercanía de los negocios a fin de evitar los espacios de ocupación masiva.  Por ejemplo, los micro restaurantes están siendo muy exitosos.

Con todo, hay 1.6 millones de m2 de área comercial en construcción, y en proyecto 1.3 millones. A diciembre del 2020, el inventario de centros comerciales en México sumaba 800 inmuebles, con una superficie rentable superior a 25 millones de metros cuadrados.

Algunos de los proyectos en puerta son Desarrollo Latiz, sobre la Autopista Chamapa-Lechería, que construirá Artha Capital. Se trata de un centro comercial de usos mixtos que incluirá hospital, oficinas, vivienda además de un centro de investigación automotriz.

En tanto, Thor Urbana y Mota Engil construirán un parque de diversiones que sustituirá a la Feria de Chapultepec.