“Esperamos que en la industria de la construcción tengamos un crecimiento semejante por lo menos al del país, ojalá pudiera llegar a un 5% respecto al año anterior; la inversión medida en relación al PIB llegó a poco más de 2%, entonces nosotros esperamos que estemos arriba del 2.5%, ojalá lleguemos al 3% del PIB en inversión en infraestructura”, comentó Solares Alemán en conferencia de prensa al término del Consejo Directivo de la organización gremial, celebrado en Tampico, Tamaulipas.
No obstante, esta meta estaría dos puntos porcentuales por debajo de la inversión mínima recomendada por organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Respecto a la decisión del gobierno federal de asignar a la Secretaría de la Defensa (Sedena) la construcción de las obras emblema de la administración como el aeropuerto Felipe Ángeles o el Tren Maya, Eduardo Ramírez Leal, presidente saliente de la CMIC, recordó que experiencias estatales como la de Tamaulipas, donde el gobierno se erigió en constructor concluyeron en denuncias penales contra servidores públicos.
“El recurso que es de todos los mexicanos se tiene que invertir transparente y competitivamente; esperemos que este gobierno reaccione y vea que invertir con los recursos de los mexicanos tiene que ser a través de una competencia abierta y de empresas formales y capacitadas”, comentó el ingeniero.
Dos tercios de la selva tropical que alguna vez existió en el planeta se han extinguido o dañado, sólo 36% permanece intacta pero el peligro la acecha, revela estudio.
La tala y la reconversión de tierras han afectado a dos terceras partes de selva tropical sobre la Tierra, de los 14.5 millones de hectáreas que alguna vez cubrieron la superficie, hoy sólo queda un 36 por ciento intacta.
Se calcula que al menos una tercera parte de la selva que alguna vez existió se ha extinguido completamente, mientras que otro tanto ha sido dañada y fragmentada en pequeñas selvas. Sólo un tercio permanece vasto e impenetrable, pero con un riesgo latente, alerta una investigación reciente.
Los investigadores alertan que la devastación de la selva está llegando a un punto en que sus funciones naturales de almacenar carbono, enfriar el planeta, producir lluvia y proporcionar hábitats, condiciones necesarias para supervivencia del mundo, están colapsando.
El consejero de la Fundación analizó y compiló la información histórica de 73 países que son hogar de las selvas en el planeta. El Amazonas es el principal pulmón y concentra el 72% de la selva tropical, el 42% está en Brasil.
Según el reporte, en 2001 la región amazónica de Brasil concentraba 3, 401,394 kilómetros cuadrados (m2) de selva tropical, pero en 2019 ese número se redujo a 3, 149, 784 km2.
El años reciente el Amazonas de Brasil ha registrado severos incendios, muchos de los cuáles se considera que son provocados con el fin de contar con terrenos para su venta posterior. Pero también para ser ocupados en la siembra de soya, que es altamente demandada por el mercado chino.
Las islas del sudeste asiático ocupan el segundo lugar en términos de destrucción forestal desde 2002, gran parte de los bosques ahí son talados para generar plantaciones de aceite de palma.
En México, en 2001, se contabilizaban 92,100 kilómetros cuadrados de selva tropical. En 2019, suman 86,000 km2, según los datos del reporte. La mayor parte de estas extensiones se ubican en Yucatán, donde ahora se construye el Tren Maya.
Industrialización clave en la deforestación
El reporte de RFN señala que el consumo de la bosques tropicales coincide con la industrialización, sin olvidar que la agricultura también es clave en la deforestación, lo mismo que lo fue la extracción mineral en la época de la colonización europea.
La investigación refiere otro factor determinante: el uso de la madera en la industria de la construcción, lo mismo que la infraestructura ferroviaria.
Tampoco pasa por alto la creciente necesidad de energía, que ha significado la perforación constante en busca de petróleo o la construcción de grandes hidroeléctricas, para rematar con el actual ritmo de comercio y producción de bienes que impacta a estos bosques.
Para Anders Krogh, la deforestación se ha convertido en un gran negocio para unos pocos, al mando de empresas multinacionales y gobiernos que permiten que esto ocurra, al poner como prioridad las ganancias y el poder, sobre el cuidado de clima y la biodiversidad.
Gabriela Bojalil realizó el anteproyecto de la estación Palenque, mientras que Ana Elena GayAranda tuvo a su cargo el diseño de la estación de Chichén Itzá.
La presencia de las mujeres en la industria de la construcción no es nueva, pero hay que reconocer la conquista que han tenido en un sector que por muchos años fue reservado para los hombres.
Desde el trabajo rudo, en medio de varillas, cemento y tabique, hasta el técnico, creativo y directivo, las mujeres se han vuelto parte esencial de la construcción. Barrenderas, pintoras, ingenieras, arquitectas, jefas y directoras, ellas se han abierto brecha a fuerza de trabajo y talento en esta valiosa actividad para la economía.
Actualmente, dos arquitectas fueron designadas para proyectar sendas estaciones del Tren Maya, una de las obras de infraestructura consideradas como emblema de la actual administración.
Gabriela Bojalil, con su despacho DAFdf, realizó el anteproyecto de la estación Palenque, mientras que Ana Elena GayAranda, del despacho AE GAYARANDA, tuvo a su cargo el diseño de la estación en Chichén Itzá.
Ambas arquitectas ganaron en 2019 la licitación convocada por Rogelio Jiménez Pons, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), para el anteproyecto arquitectónico.
Bojalil es cofundadora del despacho DAFdf. Es mexicana y estudió en la Facultad de Arquitectura de la UNAM. Cuenta con una maestría en diseño en Harvard GSD.
Ha trabajado con Alberto Kalach en México, pero también en Rotterdam con la firma MVRDV, West Urban Design and Architecture, y con la oficina de Rem Koolhas: OMA.
En 2009, fundó DAFdf en México, junto con el arquitecto holandés Paul van der Voort. La firma ha realizado diversos estudios de urbanismo y paisaje.
La estación de Palenque, una de las principales, entre las 19 que tendrá el Tren Maya, y que ha sido diseñada bajo una visión sustentable que busca generar un impacto positivo para el medio ambiente y la comunidad, será una estación terminal y la primera de la ruta de 1,500 kilómetros.
La terminal de Palenque se ubicará en el terreno del antiguo aeropuerto de la ciudad y formará parte del nuevo centro cívico.
El concepto arquitectónico retoma la máscara de Pakal y está conformado por un edificio con grandes cubiertas inclinadas con un porcentaje de techos verdes en dos niveles.
De acuerdo con el proyecto, tendrá zonas públicas y andadores con locales de servicio, técnicos y comerciales. Además de una plaza. Al interior, habrá jardines evocando la selva chiapaneca, y en el sótano estará ubicada una estación multimodal y áreas de servicios.
Ana Elena GayAranda estudió Arquitectura en la Universidad Iberoamericana y cuenta con un máster por el Politécnico de Cataluña, en España. También estudió en La Sorbona, en Francia, así como en el MIT y Harvard.
Fue parte del equipo de trabajo de Carmen Pinós en Barcelona y de Enrique Norten en México.
También ha sido parte del equipo de consultores de ONU Hábitat para desarrollar un proyecto de psicología ambiental para el libro Centros de Justicia para la Mujeres: Lineamientos arquitectónicos, para generar un cambio positivo en las mujeres en estado de vulnerabilidad, a través del diseño arquitectónico.
La estación Chichén Itzá del Tren Maya, otra de las más importantes, que abarcará 12,500 m2 de construcción, fungirá como portal de acceso al sitio arqueológico.
Fue ideada como un punto de encuentro en el que convivirán actividades comerciales, culturales y gastronómicas. Tendrá una plaza de recibimiento al aire libre, cuya circulación conectará al usuario con distintas experiencias: gastronómicas y culturales con espectáculos que se presentarán en el ágora al aire libre.
También se contempla la conexión con la localidad de Pisté, a través del centro de transferencia modal, lo mismo que un corredor turístico y comercial que acompañaría a los visitantes a lo largo de su recorrido para que puedan llegar caminando, en bicicleta o bicitaxi, a las ruinas mayas de Chichén Itzá.
La estación de Chichén Itzá es de demanda alta y será una estación terminal. Forma parte del tramo 4 del Tren Maya. La estación se ubicará en la parte nororiente entre la ciudad de Pisté y el polígono de la zona arqueológica para atender la alta demanda de pasajeros. Se considera un esquema de cuatro vías y dos andenes.
En cuanto al concepto de diseño, contiene en sus formas tres elementos esenciales del mundo maya: el arco maya, la ceiba y la geometría de la piel de la serpiente emplumada (Kukulkán).
La estructura de la estación está conformada, conceptualmente, por el cuerpo de la serpiente que representa la transición de la vida contemporánea hacia el misticismo maya.
La Concamin presentó una cartera de proyectos por 70,000 millones de pesos para el desarrollo del sur – sureste; el 50% de la inversión será privada.
Una cartera de 36 proyectos con un inversión inicial de 70,000 millones de pesos conforma la Agenda Estratégica para el Desarrollo del Sur – Sureste de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
Tipo de infraestructura
Número de proyectos
Comunicaciones y transportes
25
Urbanización
7
Turismo
1
Agua y medio ambiente
1
Energía
1
Telecomunicaciones
1
Fuente: Concamin.
Los proyectos fueron elegidos por su sinergia con los proyectos ancla del gobierno federal en la región, el Tren Maya y el Corredor Interocéanico del Istmo de Tehuantepec, y contarán con 50% de inversión privada.
Algunos de los proyectos son la prolongación del libramiento norte en Tuxtla Gutiérrez, la autopista La Tinaja – José Cardel – Cosoleacaque en Veracruz, una terminal semiespecializada para carga general y una terminal especializada en el manejo de granel agrícola, ambas en el Nuevo Puerto de Veracruz, y el ramal ferroviario Seybaplaya – Tren Maya, en Campeche.
Uno de los 14 objetivos de la agenda estratégica tiene como finalidad que en 2050 la región cuente con una red de infraestructura carretera, de puertos, aeropuertos, ferrocarriles, energética y digital para una economía competitiva y moderna con acceso a los mercados nacionales e internacionales, explicó Eduardo Sojo, director del Laboratorio Nacional de Políticas Públicas del CIDE.
Esta región del país, que comprende los estados de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Yucatán, Quintana Roo, Veracruz, Puebla y Tlaxcala, ha presentado históricamente, un rezago mayor al del norte y centro del país: 17% de su población está en pobreza extrema en contraste con el 7.6% nacional, y su PIB per cápita no petrolero ha venido disminuyendo sistemáticamente desde hace 15 años.
Por ejemplo, en 2019, la brecha en el PIB per cápita no petrolero entre el sur-sureste y la región fronteriza se situó en 120.6%, un aumento de 19% respecto de 2003.
Algunos de los factores de esta disparidad son, de acuerdo con el Laboratorio Nacional de Políticas Públicas del CIDE, un insuficiente intercambio económico con el resto del país y mercados extranjeros, baja complejidad económica de las actividades productivas y un escaso dinamismo de las ciudades pequeñas e intermedias, entre otros.