Claves para entender la reforma energética 2021

La reforma a la Ley de la industria Eléctrica va en contra de la tendencia en el sector energético global, aseguran expertos.

La reforma energética privilegia la generación de energía con combustibles fósiles en lugar de energías renovables. Foto: Amanda Solís Tapia

La iniciativa para reformar la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador ya fue aprobada por el Poder Legislativo.

¿En qué consiste la reforma?

La propuesta de reforma legislativa tiene como finalidad establecer en la LIE la “nueva política energética” delineada en julio de 2020, y abarca seis aspectos:

  1. Modificación del criterio rector del mecanismo de despacho de las centrales eléctricas
  2. Establece la obligación de que los permisos de generación se sujeten a los criterios de planeación del Sistema Eléctrico Nacional (SNE)
  3. Los Certificados de Energía Limpia se otorguen con independencia de la propiedad y de la fecha de inicio de las operaciones comerciales de las centrales eléctricas.
  4. Elimina la obligatoriedad de comprar por subastas para el suministro de servicios básicos
  5. Revocar permisos de autoabastecimiento cuando hayan sido obtenidos mediante fraude
  6. Revisión de los contratos de CFE con los productores independiente de energía

1. Cambio en el mecanismo de despacho

El mecanismo de despacho de las centrales eléctricas es el orden en que cada central eléctrica inyecta su energía a la red.

Actualmente, el orden se determina con base en un criterio de eficiencia económica: la central con el menor costo de generación inyecta primero su energía a la red y la más costosa determina el precio para todos los generadores. De esta forma los generadores buscan maximizar la eficiencia para beneficiarse de la diferencia entre su costo de producción y el del precio

“Esta lógica promueve la eficiencia de las centrales eléctricas que compiten entre sí por tener los costos más bajos y así maximizar su beneficio”, señala el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en el documento Cambiar el criterio de despacho del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) abona a un entorno de incertidumbre en detrimento de la competitividad del sector y del país.

Ahora el criterio de despacho será la entrega física, con lo que se privilegiaría la compra de energía eléctrica generada por las plantas de Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el mecanismo de despacho quedaría de la siguiente manera:

  1. Hidroeléctricas
  2. Otras plantas de la CFE: centrales nuclear, geotérmicas, ciclo combinado y termoeléctricas
  3. Centrales de ciclos combinados de productores independientes de energía
  4. Energía eólica o solar de particulares
  5. Centrales de ciclos combinados de empresas privadas
Las plantas de ciclo combinado funcionan por medio de la combustión de gas natural y vapor.
Foto: Grupo México Infraestructura

La justificación para cambiar el mecanismo de despacho, de acuerdo con la iniciativa presidencial, es que este sistema no compromete la entrega física de la energía con menor costo de generación por kilowatt-hora, lo que obliga al Suministrador de Servicios Básicos CFE a asumir la pérdida por no despacho.

Al respecto, Juan Rosellón, profesor investigador del CIDE y exintegrante del consejo directivo del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), señaló en el panel “La iniciativa preferente para reformar la Ley de la Industria Eléctrica”, que la propuesta legislativa pretende resolver este conflicto de costos favoreciendo a la CFE y afectando artificialmente el mercado energético.

El IMCO consideró que este cambio elimina los incentivos para la inversión privada y privilegia la generación de energía por medio de combustibles fósiles, ya que la hidroeléctricas generan apenas 10.2% de la energía consumida en el país.

Fuente: Secretaría de Energía.

Por su parte, Daniel Chacón, director de Energía de la Iniciativa Climática de Mexico, explicó que este mecanismo es incompatible con las energías renovables pues estas no son despachables, se aprovechan cuando están disponibles y tiene que recurrirse a otras fuentes cuando no lo están.

No obstante, ello no hace a las energías renovables inviables. El sistema de California es un buen ejemplo donde a las 6 de la mañana comienza a aprovecharse la energía solar y cuando esta disminuye se activan las plantas de ciclo combinado, detalló el especialista en la plática del CIDE.

“Volveremos al combustóleo, al carbón y a las grandes emisiones no nada más de gases de efecto invernadero sino también de gases tóxicos para la salud y el medio ambiente. Es un regreso a los años 70”.

Daniel Chacón, oficial del Portafolio
de Energía Renovable de la Iniciativa Climática de México

2. Sujetar los permisos a la planeación del SNE

Los permisos de generación eléctrica se sujetarán a los criterios de planeación del Sistema Eléctrico Nacional (SNE) puesto que su “proliferación indiscriminada constituye un grave riesgo para el adecuado funcionamiento de la red nacional de transmisión y las redes generales de distribución”.

Por el contrario, para Chacón de la Iniciativa Climática de Mexico, la planeación centralizada elimina la libre competencia e impone restricciones a los particulares que desean invertir en el sector, lo que inevitablemente tendrá impacto en los costos de generación.

3. Se eliminan requisitos para la emisión de Certificados de Energía Limpia (CEL)

La reforma energética de 2013 estableció que las plantas generadoras de energías limpias particulares que hubieran iniciado operaciones después de agosto de 2014 podían emitir Certificados de Energía Limpia (CEL), con la finalidad de incentivar la inversión de nuevas plantas de generación de energía limpia.

La reforma aprobada elimina dichos requisitos con lo que se habilita a toda la infraestructura de CFE para emitir este tipo de certificados.

Esta medida, precisó Alejandra Elizondo, investigadora del Programa Interdisciplinario de Regulación y Competencia Económica del CIDE, aumentará la oferta lo que impactará a la baja los precios de los certificados y diminuirá los incentivos para invertir en nueva infraestructura.

4. Compra de energía en subastas no será obligatoria

Con la reforma energética de 2013 se instrumentó un sistema de subastas para que el Suministrador de Servicios Básicos de CFE adquiera energía eléctrica al precio más bajo.

Fuente: IMCO.

Al eliminar la obligatoriedad de adquirir la compra de energía eléctrica mediante este instrumento, Ángel de la Vega, economista de la UNAM especializado en industria energética, señala que se elimina el mercado, la competencia y los precios, que brindan información a productores y consumidores.

Para Ricardo Ramírez, profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM y exjuez de la Organización Mundial de Comercio, la reforma implica una “eliminación de facto” del sistema de subastas.

Consecuencias potenciales

  • Cambio climático y gases de efecto invernadero (GEI). Alejandra Elizondo, investigadora del Programa Interdisciplinario de Regulación y Competencia Económica, detalló que el sector energético es el segundo generador de GEI, y al privilegiar la generación de energía mediante carbón y combustóleo se potenciarán las emisiones de GEI, pues estos gases son actualmente responsables del 36% de la emisiones. Además, el colectivo de expertos en economía y políticas públicas México ¿cómo vamos? subrayan que la reforma originaría un incumplimiento de obligaciones internacionales adquiridas por México como el Acuerdo de París y el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
  • Afectaciones a la salud pública. La producción de energía eléctrica con combustibles fósiles deteriora la calidad del aire y del agua, lo cual tendrá mayores afectaciones a la salud de las y los mexicanos, y es contrario al derecho de vivir en un medio ambiente sano consagrado en la Constitución. Por su parte, Elizondo precisó que diversos estudios han mostrado que la reducción de la contaminación por materia particulada (PM2.5) evitarían cada año 10,000 muertes, y esta afectación tiene un impacto económico superior a 100,000 millones de pesos (mdp). Incluso, en un contexto de pandemia por covid-19, la contaminación por PM2.5 incrementa la mortalidad de la enfermedad.
  • Oferta energética insuficiente y pérdida de competitividad. El país necesita una industria eléctrica que genere energía limpia en cantidades suficientes para ser el motor de desarrollo nacional. La electricidad es un insumo para todas las actividades económicas, por lo que si México cuenta únicamente con energía cara, la recuperación económica será mucho más lenta. En 2020 la economía mexicana se contrajo en 8.5% anual y si bien en 2021 se espera que el crecimiento económico se acerque al 4%, en años posteriores la recuperación será lenta y no regresaremos a niveles de producción prepandemia sino hasta dentro de cuatro o cinco años.
  • Afectaciones al empleo. El colectivo de expertos en economía y políticas públicas México ¿cómo vamos? identifica un posible impacto al sector manufacturero, donde laboran 4.25 millones de mexicanos, pues las empresas forman parte de cadenas de valor internacionales comprometidas con la generación de cero emisiones antes de 2050, particularmente en la industria automotriz.
  • Presiones fiscales. México tiene que fortalecer a la industria eléctrica nacional a través de inversión y no a través de presiones fiscales innecesarias. La CFE debe poder producir, comprar y distribuir energía barata y limpia, por lo que la solución no está en el encarecimiento de los insumos, sino en mayores inversiones y procesos integrados de forma que se incremente su eficiencia en beneficio de los consumidores y de las finanzas públicas.
  • Afectación a la confianza y tensiones comerciales. La reforma erosiona la certidumbre jurídica de la inversión; y al cambiar las reglas del mercado eléctrico nacional se incrementan las tensiones con nuestros principales socios comerciales en América del Norte y la Unión Europea. Como resultado, México se desvinculará de las cadenas comerciales de valor, perderá inversiones, empleos de calidad y una caída en las  exportaciones.
  • Acciones de inconstitucionalidad. La reforma es contraria a las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en materia de competencia energética.

Criterios sostenibles de iluminación pública para las ciudades

El potencial de ahorro por la implementación de alumbrado público eficiente alcanzaría hasta 89%, dependiendo de la tecnología usada.

En menos de nueve años las ciudades del mundo tienen que abatir el calentamiento global provocado por el uso ineficiente de la energía. En lo que toca al alumbrado público es imperativo que las ciudades cuenten con criterios lumínicos para conseguir una nueva cultura de iluminación pública.

Además, la energía es responsable del 60% de la emisión de gases de efecto invernadero, y la iluminación consume 20% de la electricidad generada en el mundo, de acuerdo con Naciones Unidas.

Por ello, apremia usar la energía de manera eficiente y cambiar a fuentes de energía renovables, haciendo uso de tecnologías que aseguren la neutralidad de carbono en toda su cadena de producción.

La iluminación conectada, la reducción de la huella de carbono y, en general, la transformación sostenible de las redes de alumbrado, forman parte de la ruta para la consecución de una iluminación pública inteligente y sostenible.

Se calcula que el uso de la luz por medio de tecnología LED, propicia ahorros de hasta 80% de energía en comparación con la iluminación de focos incandescentes o de bajo consumo, de acuerdo con datos de Signify, firma global de iluminación.

Según el estudio Alumbrado público, eficiencia energética y la ciudad inteligente: hacia el proyecto nacional 2.0, realizado por la Comisión nacional para el uso eficiente de la energía (Conuee), el potencial de ahorro de energía por mejora en los sistemas de alumbrado, van desde 20 y hasta 89%, lo cual varía según la tecnología instalada en cada ciudad y municipio.

Si se considera que existen 10 millones de sistemas de alumbrado público en el país” existe el potencial de ahorro de energía de aproximadamente 2.5 millones de megawatts-hora (MWh) anuales”, lo que equivale a un ahorro de cerca de 8,700 millones de pesos anuales, cita el estudio elaborado por la Conuee.

Si bien 2020, le dio un repiro al planeta por el confinamiento, no hay que perder de vista que en el 2019, y por tercer año consecutivo, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero volvieron a aumentar y se situaron en un máximo histórico, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

La Secretaría de Energía (Sener) prevé que para el año 2024, el 43% de la generación de energía en México se originará en fuentes limpias; y que en el periodo 2018-2024, de cada 10 pesos, 6.6 se invertirán en infraestructura para generar electricidad amigable con el medio ambiente.

En ese sentido, muchos son los postores que ofrecen soluciones tecnológicas con iniciativas interesantes que permitan al gobierno alcanzar las metas que se ha fijado.

Signify, por ejemplo, acaba de lanzar la iniciativa Slowlight que busca trabajar, de manera conjunta, en criterios lumínicos sostenibles que contribuyan en la transición hacia una iluminación responsable, en la que participen la ciudadanía, administraciones públicas y el sector de la iluminación.

La iluminación pública sostenible tendría que ser:

  • Inteligente, adaptativa y flexible
  • Eficiente, con niveles y uniformidades adaptadas a diversas situaciones
  • Tener niveles de luz y temperaturas de color armónicos
  • Deber ser gestionada para operar en óptimas condiciones
Foto: Cortesía Signify

Lo anterior, de acuerdo con la iniciativa de Signify, que además considera la posibilidad de que las soluciones de iluminación aprovechen la energía del sol para transformarla en producción de luz de alta calidad, lo que transforma la manera de alumbrar los espacios.

Para la Conuee, actualmente “la tecnología LED se ha convertido en el mayor referente de la iluminación por su diversidad y adaptabilidad en la mayoría de las aplicaciones”, y revela que 70 % de las nuevas instalaciones en los municipios que han apoyado emplean esa tecnología, pero 62 % del total todavía emplea vapor de sodio de alta presión y sólo 3 % LED, por lo que el potencial de ahorro es alto.

La meta número 7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas 2030 establece el poder contar con “energía asequible y no contaminante”, y llama a poner atención con urgencia a  la expansión de tecnologías para 3000 millones de personas, a fin de expandir el uso de la energía renovable.